Sabores de La Mancha

Si hay dos calificativos que definen la gastronomía manchega son: cocina natural y vigorosa. Platos fuertes, nutritivos y consistentes que auxiliaban a labradores y pastores, dándoles la suficiente energía para desempeñar sus tareas. Incluso, la elaboración de uno de los productos típicos, el queso, es un ejemplo de complejidad y tradición en la producción.

El maridaje con la mayoría de guisos de carne, platos o alimentos fuertes y complejos, se realizará con vinos tintos envejecidos en barrica, de crianza o reserva. Y los vinos tintos jóvenes, armonizarán muy bien con charcutería suave, quesos de pasta blanda, parrilladas, algunas carnes blancas, ensaladas y verduras. Sin embargo, los vinos blancos y rosados, son más recomendables para ensaladas y platos ligeros, carnes blancas, pescados y quesos frescos

PLATOS TÍPICOS:

ATASCABURRAS O AJO ARRIERO-. El atascaburras o ajoarriero manchego, y para quien no le suene de nada, es una pasta untable hecha en base a patatas y bacalao muy famosa en nuestra gastronomía, concretamente de toda la zona manchega.

DUELOS Y QUEBRANTOS.- Ni dolor, ni quebranto de ningún tipo sufre el paladar que se sienta a saborear este plato. No hay receta más internacional de la cocina manchega, gracias al Quijote, ni delicia tan rotunda elaborada con unos ingredientes sencillos. Pura gastronomía castellano-manchega.

Su receta consiste en preparar un revuelto de huevos con chorizo, jamón y tocino, añadiendo a veces sesos de cordero. Un plato capaz de alegrar cualquier duelista, y reparar a todo quebrantado, en cualquier rincón de Castilla-La Mancha.

CALDERETA DE CORDERO.- Se aconseja realizar esta receta con leña y cocer a fuego lento. Cebollas troceadas, pimientos y tomates sofritos junto a los ajos, reciben la carne de cordero y al vino blanco. Existen distintas posibilidades de elaboración según los gustos. Pero en todas ellas, el objetivo es conseguir una buena integración de los sabores y el punto tierno de la carne